martes, 21 de junio de 2011

Lucha contra la pornografía infantil: tú puedes


No nos habría gustado nunca, a aquellos que hacemos día a día Techlosofy, tener que escribir un reportaje sobre tan crudo tema, pero hoy, 17 de octubre, nos hemos despertado con una estupenda noticia; al menos, para todos los que luchan -y están en contra- desde hace tiempo con una lacra que nunca acaba: pornografía infantil.

Y es que, tal y como hemos conocido a través de diversos medios, como El Mundo, o 20 Minutos, agentes de la Guardia Civil, han detenido en las últimas horas a una treintena de personas en toda España, por delitos relacionados con la pornografía infantil, al descargar cinco o más archivos fotográficos a través de conocidos programas P2P, en los que se observaban claros contenidos sexuales.

De esta forma, se ha intentado no implicar a más personas que hubieran descargado tales archivos por error. Y es que, asimismo, 44 personas han resultado imputadas y se han producido un total de 81 registros, en 30 provincias españolas, además de conocerse, en palabras del propio Joan Mesquida (Director General de la Policía y La Guardia Civil), que la operación afecta a más de 1.300 personas en todo el mundo, y que gracias a la misma han sido identificados una docena de pederastas en otros países.
Las detenciones son fruto de las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado en colaboración con la Unidad de Delitos Informáticos. La operación ha estado dirigida por el Servicio Criminal Informático (SCI), de reciente creación y dependiente de la Fiscalía General del Estado.

Pornografía infantil, una lacra que no termina
Se denomina pornografía infantil a toda representación de menores de edad, en donde se les muestra en conductas sexualmente explícitas, pudiendo tratarse de representaciones visuales en sí, descriptivas o incluso sonoras. Este contenido también posee relación, ya aparezca el menor sólo, o interactuando, bien con otros menores de edad, o con adultos.

No en vano, el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, lo define como “toda representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de los genitales de un niño con fines primordialmente sexuales”.

Si bien su historia desgraciadamente es muy conocida, y ha estado “viva” durante muchos siglos, fue en países como Holanda o Dinamarca, entre la década de los años 60 y 70, y dentro del contexto de la revolución sexual, en donde aparecieron revistas diversas con pornografía infantil, amparándose en el vacío legal que, en aquellos precisos momentos existía.

El crecimiento de Internet, una cuestión realmente positiva para lo que concierne a la libertad de expresión, ha supuesto, por desgracia, un aumento en el consumo de este tipo de contenidos, facilitándose a la población en general el acceso al mismo.

Y es que, actualmente, se tiene constancia de que existen 4 millones de espacios virtuales en donde se cree que existe la posibilidad de poder acceder a dicho material. El acercamiento de muchos usuarios al diseño web, o a programas de edición de páginas, tan simples como fáciles, ha provocado un aumento de este tipo de contenidos, especialmente, porque en tan sólo unos minutos, puede poner a disposición de millones de usuarios contenidos de dudosa legalidad.

Un hecho contrastado por Parry Aftab (de www.cyberangels.com), quién cree que se crean al día alrededor de 500 nuevas zonas virtuales destinadas a la difusión de este contenido. Una cifra que sin duda alarma sobre la problemática que, los mismos, supone en la actualidad para Internet.

También calcula que alrededor del 60% de los sitios web existentes dedicados a esta temática son de acceso privado, con una cuota que ronda los 40 euros mensuales de promedio. Un cálculo estimativo arrojaría cifras escalofriantes: alrededor de 1000 millones de euros mensuales genera este mercado que expone sexualmente a niños desprotegidos, sin su consentimiento y de manera ilegal.

Millones de páginas, la existencia de archivos para descargar en programas P2P, o muchas otras formas posibles, han provocado que muchos sean los usuarios vigilantes sobre este tema; porque, en definitiva, el usuario puede hacer, y mucho.

Nuevas formas de difusión
El crecimiento de Internet, y la evolución en sí a distintas nuevas formas de comunicación, ha provocado -a su vez- que el consumo y distribución de la pornografía infantil, haya desgraciadamente aumentado con el paso de los años.

Y es que ya no sólo se trata de páginas de acceso tanto público como privado; pues, con el paso del tiempo, se comenzaron a utilizar correos electrónicos (fácilmente observables por las distinas empresas de distribución de correos), chat’s, foros, FTP… y, recientemente, espacios como MySpace , o tanto la distribución de archivos mediante programas P2P, como el envío de este tipo de material mediante la telefonía móvil.

Se ha demostrado que los usuarios consumidores de este tipo de material, además de poder producirlos por sí mismos, tratan de aumentar su colección, de tal forma que unos y otros, se envían todo tipo de archivos.

¿Cómo es el consumidor de pornografía infantil?
Si bien existen muchas personas que puedan pensar que el consumidor de pornografía infantil, pueda ser un verdadero psicópata, no es así en la gran mayoría de los casos, dado que, simplemente, son sujetos que o bien han perdido interés por la pornografía considerada como tradicional, o poseen cierto desorden mental que les lleva a sentir satisfacción por niños o incluso bebés.

Generalmente, suelen ser personas de un cierto poder adquisitivo medio-alto, cuyas edades suelen oscilar entre los 19 y los 60 años. Poseen ciertos problemas para relacionarse socialmente, aunque por otro lado, se han encontrado casos de personas totalmente “normales”, con familia e hijos incluídos, que descargan ese tipo de contenidos; o estudiantes, profesores, médicos, repartidores…

Lo peor de todo, aún si cabe, es que precisamente esas personas consumidoras, se convertirán luego en productoras de este tipo de material ilegal; por lo cual, la alarma, es aún mayor.

Diversas cuestiones legales
En sus respectivos códigos tanto civiles como penales, casi la gran mayoría de países poseen un apartado dedicado exclusivamente a penalizar la existencia, consumo y distribución de este tipo de contenidos. Sin embargo, la edad límite para que tal pornografía sea considerada como infantil, no es la misma en todos ellos.
Por ejemplo, países como Austria o Alemania establecen que el tope para ser reconocida como tal es hasta los 14 años, mientras que algunas regiones de los Estados Unidos a los 15, pasando a Italia, Holanda o España, los cuales estiman como pornografía infantil a todo materia donde se incluyan menores de 18.

En la misma pena incurrirá el que distribuyere imágenes pornográficas cuyas características externas hiciere manifiesto que en ellas se ha grabado o fotografiado la exhibición de menores de dieciocho años de edad al momento de la creación de la imagen.

Será reprimido con prisión de un mes a tres años quien facilitare el acceso a espectáculos pornográficos o suministrare material pornográfico a menores de catorce años.”

Desde hace años, tanto la Policía Nacional, como la Guardia Civil, han luchado conjuntamente -incluso en colaboración con policías de otros países europeos- en la lucha contra la pornografía infantil. Un trabajo que, compaginado con la colaboración de miles de usuarios, ha sido durante todo este tiempo algo más que excelente.

Y es que, entre los múltiples resultados obtenidos, a destacar podrían ser las distintas operaciones llevadas a cabo en junio del año 2005, en donde fueron detenidas a un total de 186 personas; la detención hace algunos meses por parte de la Guardia Civil (y en colaboración con Los Mossos d’Escuadra) de 23 personas; o la desmantelación, hace apenas unas semanas, de una red de pornografía infantil, en la que se detuvieron a 15 personas en 16 provincias.

Entre estas operaciones también, destaca la denominada como Azahar, que se efectuó en colaboración con las policías de Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, República Dominicana, Panamá, Méjico, EE.UU., Francia, Reino Unido, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Ucrania e Israel, y se logró la mayor actuación policial internacional coordinada contra la distribución de pornografía infantil a través de las redes P2P.

Tú puedes luchar contra la pornografía infantil
Si bien la lucha directa contra la pornografía infantil únicamente la pueden hacer los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los usuarios también poseen una importancia vital sobre la misma, dado que, sin informaciones o denuncias, prácticamente no se podría hacer nada.

No en vano, se recomienda que a la más mínima sospecha de la existencia de tales contenidos en cualquier espacio de la red (bien sea a través de portales o páginas en sí, foros, o incluso mediante programas P2P), es una mejor opción que el usuario lo ponga en conocimiento de las distintas autoridades pertinentes, los cuales comenzarán a llevar a cabo las investigaciones oportunas; bien, a través de una denuncia física (mediante la cual directamente ya se puede actuar), o informando sobre dicha existencia.

Y es que, durante todos estos años, la mayoría de las operaciones comenzaron con la denuncia de un usuario. No en vano, puedes enviar un correo electrónico denunciando la existencia de urls (páginas), o direcciones de Internet que hayas podido encontrar con contenido de pornografía infantil:

Porque es una cuestión que nos concierne a todos, y porque, en definitiva, no debemos ni podemos cerrar los ojos.

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